Dos relatos de Dorothy Parker- #adoptaunaautora

Hogar dulce hogar. Arte por J.C. Leyendecker

Hogar dulce hogar. Arte por J.C. Leyendecker

Ya os presenté a una de mis escritoras favoritas, la irrepetible Dorothy Parker, mi adoptada para el proyecto #adoptaunaautora. ¿Qué te parece si vamos conociendo algo más de ella a través de su obra?

Pues allá vamos. Hoy te traigo dos de sus relatos, bien cargaditos de sus ideas, pensamientos y temas favoritos. Prepárate porque empezamos fuerte, y esto solo es el comienzo ; )

Seguro que su mundo, su universo te va a conquistar.

Parker tiene ingenio y sus historias son siempre agudas y divertidas, muy frescas.

Sin embargo, no te engañes, tras esa aparente ligereza se esconde una profunda y mordaz crítica social que te hará sonreír.

Me gusta la atmósfera que crea al narrar, parece que intima contigo. Leerla es como ver una película y produce cierta nostalgia, melancolía. Hay glamour, elegancia, siempre con un puntito de tristeza y desasosiego.

Dorothy es sincera, rápida, ágil, procura ir siempre directa al meollo de la cuestión, sin rodeos. Es una gran maestra del diálogo, especialista en provocar giros inesperados que te dejan un poco perplej@.

A pesar de que sientes que estás reviviendo una época ya pasada (para mi fascinante), lo que Parker nos cuenta sigue vivo y de plena actualidad; la incomunicación, las relaciones de pareja, el sexo, los prejuicios, las apariencias y hábitos sociales…

Unas costumbres y convencionalismos que destruyen la libertad individual, que llevan a sus protagonistas a ser lo que no son, lo que no quieren ser.

Nos asomamos a pequeñas escenas cotidianas, con las vivencias, las contradicciones, sentimientos, sueños y problemas de una sociedad no muy lejana a la nuestra.

Vamos a visitar el Nueva York de los años 20 y 30 , y curiosamente te va a resultar muy moderno.

Estamos ante un momento vertiginoso y fugaz que desembocó en la Gran Depresión, en el desconcierto. Los sueños, las ilusiones se acabaron y la realidad era terrible.

Nos muestra la realidad, el vacío y el descontento, lo que bulle detrás de la intimidad. Los personajes tan reales y vivos son descritos y ridiculizados despiadadamente, con inteligencia. Hay para todos, hombres y mujeres, aunque el sexo masculino no suele salir casi nunca muy bien parado.

La vida de la escritora estuvo marcada por los escándalos, regada por el alcohol y llena de aventuras extraconyugales. Siempre  buscando lo mismo que sus personajes, amar y ser amada, la propia realización.

¿Cómo besar? LIFE Magazine, 1942

¿Cómo besar? LIFE Magazine, 1942

Parker se quería comer el mundo y vivir libre, no tuvo la suerte de tener a alguien que la quisiera y la entendiese. Ellabrillaba, a pesar de su insolencia y en sus relatos saca a la luz sus propias heridas.

La sociedad puritana de la época tampoco la entendía, por lo tanto nuestra Dorothy sabe muy bien de lo que escribe, se atrevía con temas tabú y levantaba ampollas. Dotada de una enorme sensibilidad, vivió sumida en el desencanto y de ahí el tono agridulce de su narración.

Era la rebelde, la mujer independiente, en aquellos locos años 20, en los que las mujeres poco a poco dejaban oír su voz, se incorporaban al mundo laboral y ya no querían ser las esposas sumisas y calladitas. Hablaremos de este tema más adelante ; )

Parker nunca acepta ese papel complaciente de la mujer que asume ser lo que se espera de ella.

Escribía para las principales revistas femeninas de la época como Vogue,Vanity Fair, Harper´s Baazar, Cosmopolitan….

Llegó a ser una de las escritoras de referencia en la prestigiosa revista New Yorker, la de la lengua más afilada, la gran Dorothy.

En ¡Qué bonita estampa!, la escritora ahonda en esa insatisfacción , en la soledad e incomunicación de un matrimonio de clase media, aparentemente feliz, pero deteriorado, aburrido. Detrás de esa  apariencia, caen las máscaras y la pareja queda al desnudo.

Ese hogar  idílico no existe y la visión es descarnada, devastadora. Es genial, la sutileza, la elegancia, el ritmo, como en un relato tan breve nos acercamos a las dificultades y los entresijos de la vida familiar.

El señor Wheelock ha regresado a casa del trabajo antes de cenar. Puedes hasta imaginarte el barrio donde viven los Wheelock, ese vecindario típicamente americano de pulcras y bonitas casitas.

Lleva tiempo posponiendo la tarea de podar el seto del jardín, y hoy por fin se ha decidido. Es una preciosa tarde de verano y  bien armado de sus tijeras de podar, nuestro amigo se pone manos a la obra sumido en sus ensoñaciones.

¿Qué esconde?, ¿cuáles son sus sueños?, ¿tendrá el valor suficiente para cumplirlos?…

El sonido de estas tijeras, casi puedes oírlo y  llena esa tarde, es como un símbolo de lo que está pasando.

Su esposa, Adelaide, una mujer fiel, abnegada, la perfecta mamá, cose botones en el porche y su hija juguetea. Todo es agradable, placentero, ¡una bonita estampa!.

Han terminado de pagar su casa, tienen todo lo que necesitan, pero ¿sus vidas tienen sentido?. Lo único que importa es que la gente piense que todo funciona.

Uff, ¡qué difícil es atreverse a dar el primer paso!, a reconocer que falta lo más importante, que las ilusiones están rotas.

¿Merece la pena el autoengaño?… tendrás que preguntárselo a los Wheelock.

La protagonista de ¡Qué lastima! es una mujer, la señora de Erns Weldon, y para mí es uno de sus mejores relatos.

Las chicas Parker son complejas, contradictorias. De ellas se espera que sean las novias, esposas y madres perfectas. Se ven abocadas a buscar un buen partido, a ser felices calladitas, como buenas mujeres florero, frívolas y superficiales, sin pensar más allá de tener cosas bonitas y materiales, cuidar con mimo de su hogar y  de su maridito que es el que las protege y saca las castañas del fuego. No pueden evitar caer en amores ridículos y en cierta medida dolorosos.

Sin embargo algo bulle en su interior, se sienten impotentes, desorientadas y sus ideales necesitan salir a la luz. Necesitan ser ellas mismas, auténticasno meras sombras.

La señora de Erns Weldon había soñado con ser la perfecta ama de casa, decorando elegantemente su hogar y pendiente hasta el más mínimo detalle de que todo funcione a la perfección. Enderezar una flor, colocar un jarrón en su sitio y dar ese toque femenino a todo lo que le rodea, es para ella la más agradable de las ocupaciones.

¿Te lo puedes creer?, ummm, no se, no se.

Creo que Mrs Weldon no encuentra su lugar, no encuentra el sitio correcto ni para ella ni para su jarrón. Ella lo intenta, quiere dar algo de chispa a su vida, de emoción, y por supuesto lo quiere compartir con su marido sin conseguirlo.

Cuando este llega a casa se impone el silencio, el vacío y el miedo. Son incapaces de comunicarse, de expresar lo que realmente sienten.

Mientras tanto, quien los ve, piensa que son el uno para el otro. De puertas para fuera todo es brillante y fluye, en la intimidad nada es lo que parece.

¿Qué va a pasar con los Weldon? igual tienen que tomar una importante decisión que sorprenderá a todos ; )

La sorpresa te la vas a llevar tú, leyendo a Dorothy Parker. Estoy convencida de que será muy muy grata.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2 comentarios

Archivado bajo Adopta una autora, Dorothy Parker, favoritos, leyendo, libros, reseñas, reto literario

2 Respuestas a “Dos relatos de Dorothy Parker- #adoptaunaautora

  1. raquelrahel

    ¡Muy buena entrada! Tu post nos introduce de lleno en ese mundo de dobles sentidos, giros e intenciones de la maravillosa Dorothy Parker. Me encanta de ella cómo bajo esa superficialidad de los estereotipos de mujer, de familia, de sociedad late la rebeldía, el inconformismo, el cuestionamiento.
    Te seguiré leyendo encantada!!
    Un abrazo

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Me gustaría mucho leer tus comentarios ; )